CAPITULO 1. EL MÉTODO DE MARX
Se intenta exponer los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política.
1. El uso de la abstracción
Marx era un resuelto partidario del método abstracto-deductivo. Marx practicaba y aceptaba lo que las teorías modernas han llamado el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificadas en las etapas sucesivas de la investigación, de modo que la teoría puede tener en cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales.
El principio de abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimientos; las dificultades estriban en la manera de aplicarlo. Uno debe decidir en alguna forma de qué hacer abstracción y de qué no hacerla.
Los economistas no siempre han estado de acuerdo sobre sus objetivos. Podemos citar los problemas que algunos economistas muy conocidos se han planteado para su estudio: “la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones” (Adam Smith); “Las acciones del hombre en los asuntos ordinarios de l vida” (Marshall).
Es de importancia distinguir y poner de relieve lo esencial en contraste con lo llamado no esencial. Pero a fin de hacer esto posible debemos saber qué es esencial.
2. El carácter histórico
Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. En otras palabras, la realidad social es el proceso histórico, un proceso que, en principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada.
El proceso del cambio social es más bien el producto de la acción humana, pero de una acción que está limitada.
La desaparición eventual del capitalismo, que a menudo se acepta en nuestros días, se considera en mucho del mismo modo que el eventual enfriamiento del sol, es decir, se niega su relación con los hechos contemporáneos.
CAPITULO II: EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
Marx empieza su análisis en una sociedad simple donde cada productor posee sus propios medios de producción. Sus diferentes necesidades los satisface a través del cambio con otros productores.
En la argumentación de Adam Smith, el cambio se liga a la división del trabajo que es el origen de todo aumento en la productividad y entonces del progreso. Para Smith, el cambio causa la división del trabajo.
Para Marx, la relación entre el cambio y la división del trabajo no es tan firme y rígida. Para él, la división de trabajo no es una consecuencia del cambio. La producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica sino solo una de las formas posibles. En consecuencia, la producción de mercancías no es un fenómeno natural sino se convierte en materia válida de la investigación histórico-social.
El economista entonces debe dirigir su atención también al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía, sus tareas no son sólo cuantitativas, sino también cualitativas. No existe solamente un valor cuantitativo, sino también un valor cualitativo.
CAPÍTULO III: EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO.
En toda sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que va cambiando a lo largo del tiempo es el modo de organizar y llevar a cabo estas actividades de producción y distribución. Con otras palabras es como lo viene a decir Marx.
El valor de cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. La tarea del valor cualitativo era descubrir las implicaciones de esta forma de producción, en términos de relaciones sociales y conciencia social.
Las mercancías se cambian unas por otras en el mercado en proporciones precisas; absorben también cierta cantidad de la fuerza de trabajo total disponible en la sociedad. La relación entre estos dos hechos es, como primera aproximación según Marx, la existencia de una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo.
CAPITULO IV: PLUSVALÍA Y CAPITALISMO.
El capitalismo implica la producción de mercancías, pero la producción de mercancías no implica necesariamente el capitalismo. Un alto grado de desarrollo de la producción de mercancías es un requisito necesario para la aparición del capitalismo.
Cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción; bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías, y portadores de valor de cambio las relaciones entre propietarios y no propietarios tienen carácter de relaciones de cambio. Lo primero es característico de la producción de mercancías, en general, lo segundo, del capitalismo solamente. Como Marx lo expresó: Empiezan con Mercancías, las convierte en Dinero, y de ahí, una vez más, en Mercancías.
El trabajo es el uso de la fuerza de trabajo, exactamente como, empleando la analogía de Marx, la digestión es el uso del poder de digestión. La fuerza de trabajo es el trabajador mismo. La fuerza de trabajo es una mercancía, debe tener un valor como cualquier otra mercancía. Marx dice: El valor de la fuerza de trabajo se determina, como en el caso de cualquiera otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para la producción. El valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento del trabajador.
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